Este mes de junio terminé de impartir el que, hasta ahora, es mi último curso de Social Media Marketing (100h online… ya me hubiese gustado que fuesen presenciales…).
La verdad es que, tanto para alumnos, como para docentes, un curso online se hace bastante más difícil que si fuera presencial. Cierto es que este tipo de cursos son esenciales para las personas que tienen su agenda muy ocupada, o muy alocada, y no tienen tiempo para asistir a clase. Pero resultan más difíciles, entre otras cosas, porque el feedback es muy complicado y discontinuo, las plataformas (Moddle normalmente) aunque suelen estar bien organizadas, se les antojan difíciles a los alumnos, que sienten que pierden más tiempo haciéndose con ellas que en el curso en sí, etc.